12+12

A quién no le han invitado a un evento tipo boda, bautizo y comunión donde al no saber qué es de tu vida, o a sabiendas de que estás sólo como individuo, te han colocado en la mesa de los solteros o te han puesto el ya estipulado +1?

La verdad, es que debería ser protocolo invitar al ser invitado, hacer partícipe del evento a la persona que más te convenga, que más te divierta, que más te aporte.

Básicamente, invitar a tu compañero perfecto en esa celebración a la que quieres ir o no.

Algo así como perder el individualismo y con ello olvidar la vergüenza de ir sólo e incluso a perder algo de tu yo construido ante la sociedad, perder algo de “ego” ( además, se pasa mejor acompañado y las penas entre dos, son menos penas, no? ) .

Las primeras Vanguardias hicieron bastante por esa pérdida del artista como genio ególatra ( aunque obviamente hay ególatras y los habrá por los siglos de los siglos amén- hola Picasso, qué tal?- .La figura del “genio” solitario, artista renacentista o barroco, dio paso al movimiento artístico y a la querencia por la pertenencia a un grupo en el que se conformaban como tal y se apoyaban ( aunque se odiasen algunos como en los siglos XV y XVI, o más ...).

Charlas, cafés, eventos y exposiciones colectivas de donde surgieron los distintos ISMOS eran compuestas por los diferentes artistas de cualquier lugar del mundo y en todas sus ramas técnicas y estéticas, siendo unos complemento de otros en un sin fin de fórmulas; siendo, por ejemplo, los poetas los inspiradores de los artistas visuales o los artistas escénicos y bailarines a los cineastas o escritores. Todo era complementarse ¡incluso copiarse! influirse, ayudar al compañero, llevarle de la mano y presentarle a un comisario a un coleccionista; No sé, llevarle consigo a Estudio 54, ser y ser visto como en Folies Bergère... En definitiva, dar luz a quién todavía está en la sombra o simplemente como he dicho antes, no querer estar solo, pertenecer a un colectivo y pasarlo bien en sociedad.

12+12 pretende esto mismo, volver a la esencia de las primeras vanguardias y democratizar el arte, de ahí que el formato de los 24 artistas sea el mismo (50x50cm). Nadie es mejor que nadie (aunque así lo crean hasta ellos mismos) . El artista invitado por la galería a la cena de Levi invita a su vez a otro artista , sin premisa y sin “dress code”. Son libres de invitar a un amigo, a un artista admirado o envidiado. Son libres de querer destacar o de hacer destacar al prójimo.Ser libres de querer dar luz o sombra al compañero.

Esa es la premisa: Ser libre en el +1.

Tú sabrás con quién quieres estar sentado a la mesa durante un mes en el que se intercambiaran 24 maneras distintas de expresión, donde como San Marcos plasmó: Caben amigos, discípulos, maestros, fariseos, recaudadores y pecadores.

Bienvenido a la casa de Leví.

Teresa Arroyo de la Cruz