RAFA BLANCO
Rafael Blanco parte de la observación del paisaje cercano y de los cambios que las nuevas tecnologías están propiciando en la agricultura, donde los ritmos alcanzan niveles de ordenación rigurosamente geométricos para minimizar los costes de producción y la mano de obra.
Partiendo de esta premisa, emplea recursos formales y rítmicos producidos por la distribución que el ser humano, la maquinaría agrícola y la tecnología ejercen sobre el terreno para su explotación, generando territorios desnaturalizados.
El cuadrado, el círculo, el hexágono, líneas curvas y rectas son algunos de los recursos utilizados en las obras resaltando uno en particular, ya que en él incorpora varias capas de significado que le sirven como enlace entre varios conceptos, la triangulación.
Es un método geométrico de medición tradicional desde los egipcios y utilizado en la contemporaneidad por programas informáticos de topografía para digitalizar el territorio. En esta unión entre lo tradicional y lo tecnológico, Blanco intenta encontrar un equilibrio entre las dos realidades.
Por otro lado, que una serie de puntos aislados se unan mediante lineas generando una trama que se convierte en un todo le acerca a la manera de vivir la ruralidad desde el aislamiento, pero debido a los nuevo métodos de comunicación e información estos aislamientos se combaten poco a poco en la red.
El color también tiene varios componentes significativos. Los colores primarios cian, magenta y amarillo utilizados en las mezclas sustantivas de las impresiones digitales le acercan de nuevo al uso tradicional y tecnológico, en este caso de la pintura. El blanco y negro junto a la gama de grises añaden un significado filosófico en torno a la dicotomía del pensamiento occidental, generando alternativas y posibilidades para una visión más personal y critica del paisaje, la realidad y el arte.
