Ana Rod crea sugerentes esculturas biomórficas de cerámica, con constantes ecos y alusiones al mundo natural y al comportamiento de la materia, desde la observación de escalas macroscópicas y microscópicas indistintamente. Tanto en sus piezas de menor formato como en sus instalaciones, consigue transitar entre lo figurativo y lo abstracto, entre lo inquietante y lo familiar. La conexión cuerpo-mente, es decir, sensorialidad-intelecto, durante mucho tiempo desdeñada en el mundo occidental, es reivindicada en su obra. A través de sus esculturas de formas orgánicas, Ana Rod aspira a conectar su trabajo con un sentido de expresión contemplativa e interacción con el mundo natural, entendido como un todo complejo y profundamente conectado.
« Mi trabajo alude a un estado previo a la concreción de la materia, un espacio donde las posibilidades son infinitas y donde la naturaleza se reinventa a sí misma.
En una primera mirada, lo sensorial apela a nosotros para despertar resortes del imaginario colectivo, pequeños detonantes que desencadenan estímulos del subconsciente y generan una resonancia.
En una capa más profunda, al fusionar referencias a elementos orgánicos, estructuras modulares y conceptos como la entropía o la potencialidad, reflexiono sobre lo azaroso y casual de nuestra propia existencia, buscando una conexión con la naturaleza primigenia y la autoconsciencia».
ANA ROD